Lo que puedes ver en la siguiente imagen es Kjeragbolten, una gran roca encajada entre dos paredes de piedra separadas por dos metros de distancia y a unos 1.000 metros de altura sobre los fiordos noruegos.
Lo que se dice en «la calle» es que la roca quedó atascada en esta posición en algún momento durante la última edad de hielo, y hoy en día es un lugar de gran popularidad para tomar una foto.
A pesar de que la roca cuelga a más de 1 kilómetro por encima del agua, sin nada debajo, sin ningún tipo de seguridad, son muchos los turistas que se suben a ella al ver una gran oportunidad para una fantástica imagen.
Evidentemente, la superficie de la roca es lo suficientemente plana para que caminar sobre ella sea relativamente fácil. Eso sí, no mires hacia abajo. Si te mareas o pierdes el equilibro, la caída hacia el abismo no va a ser agradable. Aparte de esta nota macabra, esta zona de Noruega es preciosa.
Kjeragbolten es accesible desde la meseta de Kjerag, un pico que se eleva por encima de todo los demás en la zona Lysefjord. La meseta se ha convertido en un punto perfecto para los saltos BASE, aunque suelen ser varios los accidentes que se producen en este lugar debido a la práctica de esta modalidad de paracaidismo.
Si eres de los que no se atreve a saltar desde la meseta, simplemente disfruta de sus vistas increíbles con los azules fiordos por debajo, los acantilados de las montañas a los alrededores y, si el tiempo lo permite, un azulado cielo.
Hay que decir que la subida a la meseta no es fácil, la caminata cuenta con una distancia de unos 6 kilómetros.
Subida a Kjeragbolten en primera persona
Para añadir algo de intriga a la montaña de Kjerag, hay un lugar cerca de la cumbre en el que se escucha el sonido de una pistola y también se observa humo, pero tranquilo, no es un fantasma que le dispare, es solo viento que sopla desde el este.